La falta de lluvia ha provocado que la contaminación sea estos días mucho más preocupante de lo normal tanto en Madrid como en Barcelona, según han denunciado los grupos ecologistas.
Lejos de alarmarse, los ayuntamientos de ambas ciudades han respondido tímidamente a esta alerta ambiental.
La Generalitat catalana ha decidido mantener unos días la limitación de circular a 80 kilómetros por hora en los accesos a Barcelona, hasta que la lluvia ayude a disipar la nube de polución.
El consistorio madrileño ha pedido a los ciudadanos, por segunda vez desde el mes de octubre, que utilicen el transporte público, porque los coches provocan el 90% de la contaminación del aire.
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) asegura que reducir los niveles de contaminación en ciudades españolas, como Madrid o Barcelona, evitaría 3.500 muertes anuales por enfermedad cardiovascular y respiratoria y se reduciría en 1.800 el número anual de ingresos hospitalarios por estos motivos.
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